Un mundo feliz
Aldous Huxley presentó dos mundos diferentes en su novela "A Brave New World", o Un mundo Feliz, como se llamó en español. Cuando la leí por primera vez, y de eso hace varios años, pensé que su descripción era una ficción sobre lo que podría pasar en un futuro, una ficción llevada al extremo, y que nunca se daría un mundo tal y como lo describe. Hoy, con tristeza, veo que me he equivocado. Ya estamos viviendo en este Mundo Feliz!
La guerra contra Irak, contra Afganistán, la intromisión de la primera potencia mundial imperialista del mundo en todas partes del mundo, y, sobre todo, la respuesta de la sociedad norteamericana, quedándose al margen de cualquier solución que ésta puede dar, no son más que variantes a ese mundo feliz que Huxley describió.
La lectura de un libro como el de James Redfield, Las Nueve Revelaciones, me dejó más impresionado todavía. No solo por sus inconsistencias como escritor o como novela, en donde coloca a Guatemala junto al Perú, o a la cultura Maya casi en contacto con la Peruana. Puede perdonarse como recurso literario. Aún también puede superarse el tener como protagonista maligno a la jerarquía católica (ya sabemos que podemos cogarle el sanbenito de haber asesinado a miles y miles de no católicos, herejes y no herejes). Los recursos literarios son válidos, inclusive el de tener un manuscrito en lengua aramea en tierras americanas. Solo que estas revelaciones tambien me dieron un sabor al soma que Huxley crea en su mundo feliz.
La sociedad gringa bebe y consume su soma en sus cientos o miles de variantes: desde los cristianos renacidos y todas las sectas de ese tipo como Testigos de Jehová, Mormones (no estoy emitiendo un juicio de valor, conste, sino dando un ejemplo, por lo que espero no lo tomen personal), hasta los cultivadores de la Nueva Era, Yogas y todas aquellas organizaciones que están creando el nuevo hombre, de la nueva era: lo que importa es no cuestionar a nadie ni a nada. Simplemente, confiar en papá gobierno, aunque los lleve a la guerra a morir y a matar por miles a seres inferiores al anglosajón.
Huxley, además, describe someramente el mundo que se encuentra al sur de la frontera. Y nos transmite su percepción: caos social por todas partes. Y, si observamos a nuestra latinoamérica, la descripción no deja de ser casi perfecta. El caos se ha apoderado de nosotros. Corrupción de gobiernos, sociedades sin ninguna medida de humanismo, clases sociales distantes y enfrentadas entre si, como si no habitáramos la misma tierra.
Y, por si fuera poco, al sur de la frontera de ese nuevo mundo, los gobernantes se arrastran para favorecer a quien desde más de un siglo se ha favorecido de estos pueblos. Salvo unos salvajes, el resto se somete, como lo decía Huxley en su famoso libro.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home