Ya decía yo... me lo figuraba ... creía y entendía ...

El día de hoy, en CNN en español, se comentaba que el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, pedía a sus feligreses no ver El Código da Vinci. Lo primero que se me vino a la mente es que dicho señor, con toda probabilidad, pertenecía al Opus Dei. No solamente por la enfermiza defensa de un cristianismo a la opusdei, elitista y muy misterioso, sin fundamento en la tierra que pisamos. Pero, al fin y al cabo, defiende sus intereses y eso hay que respetarlo (no sus opiniones, sino a él mismo, como persona).

Pero, estos ataques contra el libro y contra la película, más que defensas a favor de la Iglesia (y mucho más a favor del Opus), me parecen muy ridículos e hipócritas. Tenemos guerras, estamos "muy bien informados" de estas guerras, vemos los carros estallar, los cientos de muertos diarios en las ciudades en guerra y ya encallecimos nuestra conciencia. Mientras, ni siquiera el Opus nos dice que "no veamos las noticias", porque éstas nos adormecen, nos impulsan a mantener una actitud de tolerancia delante de las mentiras que han servido, y sirven, de excusa para estas y nuevas guerras en todo el mundo. No nos dicen que "no compremos" alimentos genéticamente modificados, puesto que éstos solo sirven para someter económicamente a los pueblos sin sacarlos de su miseria y dolor.

El Código Da Vinci, en realidad, es un simple libro de ficción. Pero es una ficción basada en las mentiras que se han repetido durante siglos y que han servido para fines de dominación. Las enseñanzas de un Jesús fueron tergiversadas desde el inicio, y aquello del amor a la humanidad solo fue un pretexto para quemar herejes, levantar ejércitos contra infieles y pueblos heréticos y someter a pueblos enteros, en continentes enteros.

Una vocera del opus decía que el libro estaba tan mal escrito (?) que decía mentiras, puesto que aparecía un monje del Opus, al contrario de la realidad, pues el Opus no tiene monjes. Julio Verne, por cierto, escribió ficción, sobre hechos que no sucedieron, sobre personajes que, a lo mejor, jamás existieron. Pero sus libros aún son de respeto y se leen con la emoción de seguir la historia. Sabemos que no podemos ir a la luna montados en una bala, pero el libro es válido. Nadie diría que Julio Verne es un mal escritor. Lo mismo se puede decir del libro Los Tres Mosqueteros. Lo más probable es que nunca existieron como tal, pero el libro es un reflejo de la época.

Aparte de los ataques contra la película y de la prohibición (porque eso es) por parte del primado, parecería que en lugar de tratar de anular la tesis del libro, de lo que se trata es de confirmarla mediante esa treta... o no?