Pobres mujeres bellas

En aquellos tiempos de oscuridad de la civilización occidental las mujeres bellas eran quemadas por brujas... Antes de esa época, algunas mujeres pagaron con su vida el hecho de ser bellas. Y, en estos tiempos modernos, en los que comienza el nuevo siglo, las mujeres bellas son también objeto de un calificativo negativo. Se ha "demostrado" que las mujeres arruinan el poder de decisión de los hombres de negocio. Dicho en otros términos: "... Aquello hala más que una yunta de bueyes".

Bueno, así lo afirma un estudio hecho por investigadores belgas y reportado en The Guardian. Y, a pesar de que quisieramos negar este hecho, lo cierto es que verdadero. Lo demuestran tantos casos que hemos visto y, tal vez -para mi al menos, el Angel Azul es una historia que demuestra este efecto.

Pero lo contrario no se da, es decir, no se ha podido establecer los efectos que un Adonis podría tener en una mujer. Parecería que la mujer tiene otros mecanismos que le permiten ser inmune a estímulos visuales u olfativos. O puede ser algo genéticamente transmitido desde nuestros orígenes más primitivos. La hembra de cada especie selecciona al macho más poderoso, que pueda transmitirle los mejores genes para su descendencia. Mientras, el macho, cualquier macho, trata de donar sus genes a cualquier hembra que se le ponga enfrente, pues sabe bien que solo tiene oportunidad si vence al poderoso. De ahí el comportamiento agresivo y competitivo de los machos por la hembra. Y por eso es que oímos la serenata de los gatos cuando una gata está en celo.

Difícilmente podría dar algún consejo sobre la materia, salvo el que me dieron las Hermanitas Magaña, hace unos treinta años: "Haz la señal de la cruz cuando te pongas enfrente de una muchacha bonita". Las Hermanitas Magaña eran un par de hermanas solteras, de más de cincuenta años en esa época, del pueblo de Texistepeque, de donde es originario mi padre.

O bien, el otro consejo que podría dar es el comportamiento que seguen monjes y monjas o miembros de alguna organización religiosa: darse de latigazos...