Tuesday, June 06, 2006

Ya no más "Código Da Vinci"

Ayer un universitario me entregó un folleto en el que se hacía referencia a la polémica que se abrió en torno al libro y a la película "El Código Da Vinci". En un intento de aparecer abiertos a la discusión, este folletín se coloca en el bando de los intolerantes.

Para comenzar, acusa al libro de Dan Brown de diversas inexactitudes con relación a hechos históricos y a la comprensión del arte del renacimiento. Pero ellos mismos comenten errores históricos. Como que el querer destacar un error con otro error no es importante para ellos. Ni los Templarios ni el Rey que los aniquiló son los que históricamente fueron, pero, para el escritor del panfleto eso no interesa.

Luego, en un intento de zanjar todas las discusiones, afirma, con los textos bíblicos en mano, que Jesús existió tal y como se describe en la Biblia. Es decir, lo dice la Biblia, por lo tanto, es cierto. Dogmatismo contra toda lógica.

Lo que si puedo coincidir con ellos es que la teoría del Grial, como la descendencia de Jesús, puede ser una teoría que no puede ser demostrada. Y que los recursos que se han tomado para ello tampoco son contundentes para demostrar algo.

La discusión sobre Jesús, la religión y la fe, tomando de base el libro, me parece que demuestra la hipocresía de muchos en torno a la espiritualidad y al comportamiento del ser humano individual y social. El Opus Dei se ha levantado iracundo, negando que ellos se comporten como el monje que los simboliza... y tienen todo el derecho a hacerlo.

Sin embargo, no hemos visto la misma cólera cuando en los medios se transmiten falacias y mentiras acerca temas que también tienen que ver con la espiritualidad. Harry Potter, el Señor de los Anillos, Crónicas de Nardia, etc., son parte de este tipo de obras que tergiversan las relaciones entre los seres humanos y tratan de influir en el comportamiento de las masas. Y, así como se nos ha venido atenuando nuestra conciencia sobre las muertes de miles de irakíes, también se nos ha venido influyendo en nuestra propio sentido de identidad.

La discusión sobre El Código Da Vinci que se ha originado en todos los medios ha servido para contribuir a la cortina de humo sobre otros temas más importantes, por su urgencia, que el dogma de un Dios que se hizo hombre y pagó con su vida el pecado de toda la humanidad.

Discutir sobre la validez de lo que se dice en ese libro ya fue suficiente, al menos para mi. Prefiero ver con mis propios ojos la realidad que se mueve delante de mi e interpretarla mediante mis propia mente...

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