Hacia un futuro mejor.

Cuando pensamos en nuestro futuro, el futuro de las nuevas generaciones (para aquellos que ya sobrepasamos las cuatro décadas), nos entristece ver que nuestro país continúa casi igual que cómo lo encontramos en nuestra primera juventud. Leyendo a René Guenón, un autor que todo deberíamos leer, a pesar de que no estemos de acuerdo con él, me impresionaba lo claro que era al exponer, ya en la segunda década del siglo pasado, la caida de nuestra civilización en el materialismo más extremo. Y, por otra parte, la afirmación de que el actual estudiante (el de su época y el de la nuestra), no tenía la capacidad de análisis que el estudiante de la Edad Media.

Independiente de cómo valoremos sus afirmaciones, lo cierto es que se pueden constatar varias cosas. Con la toma de la Universidad de El Salvador, por ejemplo, se me viene a la memoria las críticas que sosteníamos cuando éramos estudiantes de ese centro de estudios y se avecinaba la guerra civil: no basta con protestar, ni basta con estudiar, hay que hacer ambas cosas y hacerlas con excelencia. No podemos tomar el pretexto de que una protesta sirva para no dar el redimiento máximo en los estudios. Si no, qué estamos previendo para el futuro de nuestro país? Por ejemplo, pintas que llaman a la abolición de los exámenes: "No a la PAES" connotan una falta de sentido de las actividades estudiantiles. Pueden que se tenga razón al protestar. Puede ser que el BID busque la privatización de los estudios. Pero también se tienen el error de no exigir que los estudiantes tomen el rol que les corresponde: estudiar para servir al país.

Podría sonar cursi, o en el aire, pero el rol del estudiante debe cuidarse y fomentarse. Yo les preguntaría a los estudiantes, a cualquier estudiante, si tienen idea de cuantos egresados el año pasado se encuentran trabajando en su propia profesión? ¿cuantos de ellos ha emigrado? ¿cuantos son competentes en su carrera como profesional? Las preguntas, en esta ocasión, son retóricas. Lo importante es entender que no basta con dejarse guiar por intereses desconocidos, sino por un futuro claro, que tiene que ver con los métodos para lograrlo. O creen que manipulando, confabulando, amenazando (y en su momento se llegó a la acción contra los del mismo bando), se va a lograr mejorar una sociedad.

No sé, puede que me equivoque, pero ya vivimos una experiencia que no cambió mayor cosa, pero sí dió mucho dolor ...