Tuesday, February 07, 2006

Yo aprendí de pequeño que al molestar a un gato se puede terminar arañado.

Pero, indudablemente, eso es lo que los poderes occidentales están haciendo contra el medio oriente. Ahora tienen la sartén por el mango, con sus bombas atómicas y sus poderosos ejércitos (empantanados en una sangrienta masacre contra el pueblo iraquí, por cierto). Y por eso no tienen miedo de decir que son los musulmanes los que se ofenden por la libertad de prensa de un periodista.

Pero la evidencia del camino y rumbo que están tomando estas potencias occidentales nos inducen a pensar que el tal caricaturista hizo la famosa imagen a pedido. El hecho de que haya libertad de expresión no da derecho a la ofensa. Y, si se quiere ofender, es más fácil recurrir a tomar como excusa ese derecho que más que derecho, es un torcido.

Lo triste es que, al opinar sobre las manifestaciones del mundo musulmán algunos periodistas aparenten una sencillez e ingenuidad que no les cabe. Se asombran de esas manifestaciones, cuando ellos saben que otros grupos religiosos se han comportado en mucho peor forma que las presentes protestas. Basta recordar la reciente película de Mel Gibson, "La Pasión", que fue acusada de anti anti. Sin embargo, los ataques contra un personaje histórico (no discutimos si fue o no fue histórico en este momento), llamándolo hijo de una prostituta y un romano legionario, escrito desde siglos en sus libros, no les parece ofensivo.

Recordemos las muertes de miles y miles de indígenas, de cientos de sus sacerdotes, de la quema de su ciencia, de la quema de su propia memoria. Todo en nombre de una cruz que, en su momento, no admitía ninguna broma ni desliz por parte de cualquier persona.

Estaba leyendo que respaldaron a Dinamarca, para que defienda la libertad de prensa, me imagino, y que siga insultando a los musulmanes en su nombre, a pesar de que, por su parte, fue Dios quien ordenó el asesinato y masacre de miles de iraquíes.

No se vale...

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