Wednesday, August 30, 2006

¿Quién acusa a quién?

Con las revelaciones 'escandalosas' de Günter Grass de que a sus 17 años de edad perteneció a las SS se han desatado algunas críticas por parte de hipócritas de derecha. Sin embargo, se olvidan de que todo hombre y toda mujer pueden pensar y actuar de forma en cómo perciban su entorno y su realidad en un momento dado, pensando que están viviendo una verdad. Esta verdad, confrontada con la realidad puede desvanecerse... tal como pasó con la realidad que Günter Grass vivió justamente meses después de haberse incorporado a las SS, en los días en que la Alemania de Hitler perdió la guerra.

Pero de Günter Grass no me gustaría hablar mucho, sino de las acusaciones que los hipócritas han soltado. ¿A quien acusa: al escritor o al ser humano? Si se acusa al al escritor, acusemos a aquellos escritores que antes estuvieron en las montañas, jugando al guerrillero, o que se fueron exiliados a otros países y escriben en periodiocos retrógrados, brindando un aval moral a su tiraje, pero que en los tiempos de la guerra acusaron a la izquierda de ser ellos mismos los que mataban a los curas y a sus camaradas. Acusemos a los que critican a sus antiguos compañeros, escudándose en universidades extranjeras, pues no solo llevan el estigma de los renegados, sino que llevaron a muchos a morir por una causa que hoy desprecian.

Si a Günter Grass se le acusa como ser humano, entonces acusemos al Papa Gregorio XVI, por haber servido en el ejército nazi. Acusemos a todos aquellos antiguos líderes que ordenaron, o participaron, en la muerte de poetas y utilizan su pluma para denigrarlos, llamarlos borrachos y denigrarlos. Acusemos de nuevo a los que se movieron en la intriga y con ello provocaron la muerte de inocentes.

Ahora se rompen las vestiduras y se les facilita acusar a gigantes de la moral y de la literatura, aprovechando que tienen el apoyo de los sectores más retrógrados de la sociedad.

Thursday, August 24, 2006

Maras

En Wikipedia hay un artículo sobre la Mara Salvatrucha muy esclarecedor sobre el fenómeno. Al menos se puede obtener una idea bastante general del fenómeno social que abate a la sociedad salvadoreña. En este artículo se afirma que no tiene nada que ver con la palabra Marabunta, algo en lo que no estoy de acuerdo. Sí tiene que ver con la palabrita dicha.

Y todo viene desde la década de los 50, cuando salió The Naked Jungle, una película mediocre, pero que impactó en el público salvadoreño de esa época. Recuerdo haberla vista a finales de los 50 o a principios de los 60. En la película, que dicho sea de paso se dice que tiene como base un hecho real, un anglosajón 'conquistaba' la selva amazónica, mientras los aborígenes, pintados como tontos, seguían a su patrón en todo lo que éste hacía. La plantación era una belleza, pero le faltaba una mujer para que fuera todo un paraíso. Llega, pero ya está 'usada', por lo que la relación entre el macho anglosajón y la muñequita no se puede dar. Es la naturaleza la que se encarga de que la pareja vivan una experiencia que los logra unir: la MARABUNTA, una especie de hormiga que tiene una explosión demográfica y arrasan todo la selva, llevándose de paso a plantas y animales. En su paso se encuentra la hacienda del anglosajón. Éste, inteligente como se pintan ellos mismos, inunda la selva, al explotar su sistema de riego, y logra contener la invasión, aunque se pierde mucho de sus terrenos. Al final, la pareja logra sobrevivir y nos deja la sensacion de que el mundo se ha salvado y, esperamos, que vivan felices toda su vida.

Recuerdo que a nosotros, niños y jóvenes, los adultos nos decían: "parecen marabunta", solo en marabunta es que joden", es decir, marabunta aquí, marabunta allá y, al final, eran las maras de estudiantes, la mara, la mara buena, la mara chancleta, la mara 18, la mara salvatrucha.

Mara no es ninguna palabra de origen Nahuat, mucho menos castellana. Entonces, decir que no tiene nada que ver con Marabunta no tiene sentido, a menos que el que puso ese párrafo en Wikipedia no vivió el nacimiento de dicha palabrita. Probablemente se sintió ofendido de que alguien diga que dicha palabra es muy simple y sencilla y que se refiere a un animalito con el que no se puede comparar. Pero basta imaginarse la influencia que tuvo Charlton Heston con esa película. Moisés y Ben Hur casi que la acuñaron...